El capibara es el roedor más grande del mundo. Tiene un cuerpo robusto en forma de tonel, cabeza corta y nariz roma. Los carpinchos adultos pueden alcanzar una longitud de 106 a 134 centímetros, una altura de 50 a 62 centímetros a la altura del hombro y un peso de 35 a 66 kilogramos. Su pelaje es áspero y su color varía del marrón rojizo al grisáceo. Los carpinchos tienen las patas parcialmente palmeadas, lo que les ayuda a nadar, y los ojos, las orejas y los orificios nasales están situados en lo alto de la cabeza para mantenerse por encima del agua mientras nadan.
Hábitats y distribución
Los carpinchos viven principalmente en zonas de vegetación densa cercanas a masas de agua, como ríos, lagos, pantanos y marismas. Se desenvuelven en entornos tan diversos como sabanas, selvas tropicales e incluso llanuras aluviales, donde pueden acceder fácilmente a la vegetación terrestre y acuática para alimentarse. Su naturaleza semiacuática hace que estos hábitats húmedos y repletos de agua sean ideales para su supervivencia, ya que les proporcionan tanto recursos alimenticios como protección frente a los depredadores. Geográficamente, los carpinchos son nativos de Sudamérica, con una distribución que abarca desde Panamá, en Centroamérica, hasta Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Son especialmente prolíficos en los vastos humedales del Pantanal brasileño y los Llanos venezolanos. Su adaptabilidad a diversos entornos relacionados con el agua ha facilitado su amplia dispersión por estas regiones, convirtiéndolos en una de las especies de roedores más reconocibles y abundantes del continente.
Comportamiento y reproducción
Los capibaras tienen un comportamiento muy social y viven en grupos de entre 10 y 20 individuos, aunque en la estación seca se reúnen más en torno a las fuentes de agua. Las jerarquías de dominancia dentro de estos grupos se establecen mediante vocalizaciones, marcaje por el olor y altercados físicos ocasionales. El apareamiento es poligínico, normalmente con el macho dominante, aunque las hembras ejercen cierta capacidad de elección y pueden permitir que los machos subdominantes se apareen. En el cortejo, el macho sigue a la hembra, emite chasquidos y a veces se acicalan mutuamente. La reproducción de los capibaras es única por su flexibilidad; se reproducen durante todo el año, con picos durante la estación lluviosa. Tras un periodo de gestación de unos 150 días, las hembras paren camadas de 2 a 8 crías, que son muy precoces y capaces de seguir a su madre poco después de nacer. La naturaleza comunal de los grupos de carpinchos significa que las crías suelen ser cuidadas por todo el grupo, lo que les proporciona la protección de múltiples madres y mayores tasas de supervivencia.
Dieta
Herbívoro, se alimenta principalmente de hierbas y plantas acuáticas.
Colores
Rojizo, marrón, grisáceo
Datos curiosos
Los capibaras son animales muy sociables, que suelen encontrarse en grupos de 10 a 20 individuos, pero que pueden llegar a superar el centenar durante la estación seca.
Son excelentes nadadores y pueden aguantar la respiración bajo el agua hasta cinco minutos.
Los capibaras se comunican mediante diversas vocalizaciones, como ronroneos, silbidos, ladridos y chasquidos.
A pesar de su tamaño, pueden correr tan rápido como un caballo pequeño.
Estado y esfuerzos de conservación
El carpincho, actualmente clasificado como "Preocupación Menor" por la UICN, muestra tendencias poblacionales estables en todas sus áreas de distribución nativas en Sudamérica. Sin embargo, amenazas localizadas como la destrucción de su hábitat, la caza por su carne y piel y la competencia con el ganado pueden afectar a sus poblaciones. La expansión urbana y el desarrollo agrícola han provocado la fragmentación de sus hábitats naturales, como humedales, riberas y bosques. Para contrarrestar estas amenazas, se están aplicando varias medidas de conservación. Las zonas protegidas y las reservas naturales ofrecen hábitats seguros, mientras que los programas de educación ambiental conciencian sobre la importancia de los capibaras en sus ecosistemas. Además, se promueven prácticas de gestión sostenible para regular la caza y garantizar que las poblaciones de capibaras se mantengan sanas y resistentes. Las organizaciones conservacionistas también trabajan con las comunidades locales para desarrollar iniciativas de ecoturismo que ofrezcan incentivos económicos para preservar los hábitats de los capibaras.