
La tortuga carey (Eretmochelys imbricata), comúnmente conocida como tortuga carey en español, es una tortuga marina en peligro crítico de extinción famosa por su caparazón de sorprendente belleza y su función ecológica vital. Presente en los arrecifes de coral tropicales, esta especie es esencial para la salud y la diversidad de los ecosistemas marinos.
La tortuga carey es una tortuga marina de tamaño medio, que suele medir entre 60 y 90 centímetros de caparazón y pesar hasta 80 kilogramos. Es fácilmente reconocible por su pico estrecho y puntiagudo, que recuerda al de un ave rapaz, y su impresionante caparazón. El caparazón tiene un intrincado diseño de escamas superpuestas (escudos) con una coloración única de carey: tonos ámbar, marrón, amarillo y negro se mezclan para crear un mosaico de color.
Hábitats y distribución
Las tortugas carey viven principalmente en arrecifes de coral tropicales, que les proporcionan alimento y refugio. También se encuentran en zonas rocosas, lagunas, manglares e islas oceánicas. Estos hábitats se encuentran en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico. Las tortugas carey prefieren aguas cálidas y poco profundas con abundantes formaciones coralinas.
Comportamiento y reproducción
Las tortugas carey son criaturas solitarias, excepto durante la época de anidamiento. Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los 20 y los 30 años. Durante la temporada de anidamiento, que tiene lugar cada dos o tres años, regresan a las playas donde nacieron para poner huevos, un comportamiento conocido como "natal homing". Suelen anidar de noche, poniendo hasta 200 huevos en una sola puesta, y pueden anidar varias veces en una misma temporada.
El periodo de incubación dura unos dos meses. Las crías emergen e instintivamente se dirigen al océano, guiadas por el horizonte de luz natural sobre el mar. Como otras tortugas marinas, las crías de carey se enfrentan a numerosas amenazas de depredadores y actividades humanas.
Dieta
La dieta de la tortuga carey consiste principalmente en esponjas, que buscan en los recovecos de los arrecifes de coral con su pico puntiagudo. También come algas, anémonas de mar y medusas. Su preferencia por las esponjas desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud y la diversidad de los arrecifes de coral, ya que impide que una sola especie de esponja domine el ecosistema.
Colores
La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) tiene un llamativo caparazón con un patrón de escamas superpuestas, o "carey", que presenta una mezcla de colores ámbar, amarillo, marrón y negro. Sus aletas suelen ser oscuras con vetas y manchas de color más claro, lo que les ayuda a mimetizarse con los arrecifes de coral y los entornos rocosos que habitan. La parte inferior de su caparazón es más clara para camuflarse de los depredadores.
Datos curiosos
Se sabe que las tortugas carey recorren miles de kilómetros entre sus lugares de alimentación y anidamiento.
Su boca en forma de pico les permite introducirse en las grietas de los arrecifes de coral para extraer sus presas favoritas: las esponjas.
Las tortugas carey son de las pocas criaturas que pueden consumir esponjas tóxicas sin sufrir daños, por lo que desempeñan un papel único en su ecosistema.
Estado y esfuerzos de conservación
Estado de conservación
La tortuga carey está clasificada como En Peligro Crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sus poblaciones han disminuido drásticamente debido a varios factores, entre ellos:
Comercio ilegal: El comercio de caparazones de tortuga, que utiliza sus hermosos dibujos para fabricar joyas y adornos, ha sido una amenaza importante.
Pérdida de hábitat: El desarrollo costero y el cambio climático amenazan sus hábitats de nidificación y alimentación.
Captura accidental: La captura accidental en artes de pesca es una amenaza importante.
Contaminación: Los residuos marinos, sobre todo el plástico, suponen un riesgo importante para las tortugas, que pueden ingerirlos o enredarse en ellos.
Esfuerzos de conservación
Los esfuerzos para conservar las tortugas carey incluyen:
Protección de las playas de anidamiento: Establecer zonas marinas protegidas y patrullar las playas para evitar la caza furtiva.
Regular la pesca: Aplicación de prácticas y dispositivos de pesca respetuosos con las tortugas para reducir las capturas accesorias.
Legislación: Aplicación de la legislación internacional contra el comercio de caparazones de tortuga y sus productos.
Educación pública: Sensibilización sobre la importancia de las tortugas carey y las amenazas a las que se enfrentan.
Los conservacionistas trabajan incansablemente para proteger a estas extraordinarias criaturas y garantizar que sigan adornando los océanos del mundo y contribuyendo a la salud de los ecosistemas de arrecifes de coral. Gracias a los esfuerzos combinados de todo el mundo, hay esperanza para la recuperación y preservación de la tortuga carey.