Marco es un apasionado de la naturaleza que se siente increíblemente bendecido por haber nacido y crecido en un lugar al que se refiere con cariño como "un trozo de cielo", también conocido como la isla de Madeira. Tras 15 años fuera, respondió a la llamada de la isla, abrazando un propósito mayor: promover, preservar y perpetuar el ecosistema único de Madeira y sus 600 años de tradiciones y costumbres singulares. Esta isla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se enfrenta a graves problemas debido a la emigración y a un interés decreciente por la agricultura en una región muy dependiente del turismo. Desde entonces, guía y acompaña a sus huéspedes por la isla, al tiempo que participa activamente en prácticas agrícolas sostenibles transmitidas de generación en generación.
Su profunda conexión con Madeira y su pasión por compartir su belleza y cultura hacen de él un guía excepcional. Marco habla con fluidez portugués, inglés y español, y tiene conocimientos básicos de francés, por lo que es capaz de conectar con un amplio abanico de visitantes.
