
La paloma trocaz (Columba trocaz), también conocida como paloma de laurel de Madeira, es un ave grande y robusta endémica de la isla de Madeira (Portugal). Mide unos 40 cm de longitud y pesa alrededor de 450-500 gramos sta paloma se distingue por su plumaje gris azulado con una ligera iridiscencia, especialmente notable en el cuello. Las partes inferiores son gris pálido, pasando a un tono más claro en el vientre. Las alas son gris oscuro con flecos más claros, y la cola también es gris oscuro con una ancha banda pálida. Los machos muestran a menudo una iridiscencia verdosa en el cuello. La paloma trocaz habita los bosques autóctonos de laurisilva de Madeira, de los que depende para alimentarse y anidar. Desempeña un papel crucial en el ecosistema dispersando semillas de laurisilva, lo que contribuye a la regeneración del bosque. La paloma trocaz es conocida por su vuelo fuerte y directo y su reclamo profundo y resonante, que resuena a través del dosel del bosque.
Hábitats y distribución
La paloma trocaz, también conocida como paloma de laurisilva de Madeira, habita en los bosques de laurisilva de Madeira, una isla del Atlántico Norte. Estos frondosos bosques subtropicales, conocidos localmente como "Laurisilva", se caracterizan por su elevada humedad y denso dosel, lo que proporciona un entorno ideal para esta ave. La paloma suele vivir en altitudes medias y altas de la isla, entre 200 y 1.500 metros sobre el nivel del mar, donde encuentra abundantes fuentes de alimento, como bayas de laurel y otros frutos autóctonos. Geográficamente, la paloma trocaz es endémica de Madeira, lo que significa que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Su población se distribuye de forma desigual por la isla, concentrándose en gran medida en las zonas donde la laurisilva permanece intacta. La conservación de estos hábitats naturales es fundamental para mantener la especie, ya que la deforestación y la pérdida de hábitats suponen importantes amenazas para su supervivencia.
Comportamiento y reproducción
La paloma troca tiene un comportamiento de apareamiento monógamo y suele formar parejas de larga duración. Durante el cortejo, los machos realizan elaborados vuelos de exhibición para atraer a las hembras, que incluyen un característico batir de alas y elegantes planeos. Una vez emparejadas, estas palomas muestran un fuerte comportamiento territorial, a menudo defendiendo agresivamente sus lugares de nidificación contra los intrusos. La cría tiene lugar principalmente en los bosques de laurisilva de Madeira, donde las hembras ponen un solo huevo por nidada en un nido sencillo, de construcción poco rígida, situado normalmente en árboles o salientes de acantilados. Ambos progenitores comparten la responsabilidad de incubar el huevo y alimentar al polluelo con leche de buche, una secreción rica en nutrientes producida por ambos sexos. El cuidado cooperativo entre la pareja garantiza que el polluelo tenga más posibilidades de sobrevivir, lo que refleja sus fuertes lazos de pareja y el esfuerzo de colaboración en la crianza.
Dieta
La paloma troca se alimenta principalmente de frutos, bayas y hojas de laurisilva. Tiene especial preferencia por los frutos de los árboles y plantas autóctonos de su hábitat.
Colores
Pálido, Gris, Negro, Rosa
Datos curiosos
Endémica de Madeira: la paloma trocaz sólo se encuentra en la isla de Madeira, lo que la convierte en una especie única de esta región.
Especialista forestal: Esta paloma desempeña un papel crucial en el ecosistema al dispersar las semillas de los árboles de la laurisilva, ayudando a la regeneración de su hábitat.
Éxito de la conservación: Antaño amenazada por la pérdida de hábitat y la caza, los esfuerzos de conservación han ayudado a estabilizar y aumentar la población de paloma trocaz.
Estado y esfuerzos de conservación
La paloma trocaz, clasificada como Casi Amenazada por la UICN, ha experimentado tendencias poblacionales fluctuantes. Estimaciones recientes sugieren una población de unos 10.000 individuos, lo que refleja un aumento moderado atribuido a los esfuerzos de conservación en curso. Las principales amenazas para esta especie son la pérdida de hábitat debido a la deforestación y la urbanización, la caza y la depredación por especies invasoras. Las medidas de conservación se han centrado en la restauración del hábitat y la protección legal. Los esfuerzos incluyen la reforestación de bosques autóctonos de laurisilva y el establecimiento de zonas protegidas para salvaguardar hábitats cruciales. Además, las campañas de concienciación pública y la aplicación de la ley han reducido considerablemente la caza ilegal. También se han puesto en marcha programas de seguimiento de las tendencias de la población y de la eficacia de estas medidas.