
La garza cangrejera (Cochlearius cochlearius), conocida coloquialmente como pico de barco, es un miembro atípico de la familia de las garzas, y anteriormente se situaba en una familia monotípica, la Cochleariidae. Vive en manglares desde México hasta Perú y Brasil. Es un ave nocturna que se reproduce semicolonialmente en los manglares y pone de dos a cuatro huevos de color blanco azulado en un nido de ramitas. Extraña garza nocturna de manglares y pantanos de agua dulce en tierras bajas tropicales; pasa el día posada en los árboles, a menudo en grupos sueltos. Sale de noche para alimentarse a orillas de lagos y ríos. Fácil de identificar por su enorme pico y sus grandes ojos marrones. El adulto tiene la coronilla negra, el pecho rosáceo y el dorso gris plateado; el patrón de los inmaduros es similar, pero el plumaje es más apagado y pardo en general.
Hábitats y distribución
La garza real habita principalmente en manglares, estuarios y humedales de agua dulce. Prefiere las zonas con vegetación densa y aguas de movimiento lento, donde puede encontrar abundante refugio y alimento. Esta ave nocturna es experta en navegar entre las gruesas raíces de los manglares y otra vegetación sumergida mientras caza peces, crustáceos e insectos. Geográficamente, la garza real se encuentra en una amplia área de distribución que se extiende desde México hasta las regiones septentrionales de Sudamérica, pasando por Centroamérica. Su área de distribución abarca países como Colombia, Venezuela, Ecuador y Brasil. La especie también está presente en algunas islas de alta mar, incluidas las del Caribe. A pesar de su amplia distribución, la garza real tiende a permanecer relativamente localizada en sus hábitats preferidos de humedales.
Comportamiento y reproducción
La garza real exhibe características intrigantes de comportamiento y reproducción. Estas aves son principalmente nocturnas y buscan alimento en manglares y aguas poco profundas durante la noche. Durante la época de reproducción, forman pequeñas colonias sueltas en las que los machos realizan elaboradas exhibiciones para atraer a las hembras. Estas exhibiciones a menudo incluyen vocalizaciones, repiqueteo del pico y varias posturas para mostrar sus distintivos picos en forma de barco. Una vez emparejados, ambos progenitores participan en la construcción del nido, que suele ser de vegetación densa y aislada. Su estrategia reproductiva incluye la puesta de una nidada de 2 a 4 huevos, que son incubados por ambos progenitores durante unas tres o cuatro semanas. Los pollos nacen casi simultáneamente y son altricial, por lo que requieren un cuidado parental significativo. Ambos progenitores comparten la responsabilidad de alimentar a los polluelos, regurgitando en el nido la comida parcialmente digerida. Este trabajo en equipo continúa hasta que las crías salen del nido, aproximadamente a las cinco o seis semanas. La estructura social mantiene un equilibrio entre la búsqueda solitaria de alimento y la nidificación comunitaria, garantizando tanto la supervivencia individual como el éxito reproductivo.
Dieta
Peces, gambas e insectos. También pueden alimentarse de pequeños mamíferos y anfibios.
Colores
Es de color gris pálido a blanco, con el abdomen de color castaño y los flancos negros.
Datos curiosos
Las garzas piquigualdas tienen un reclamo fuerte, parecido al de las ranas, que puede oírse durante sus actividades nocturnas. Se alimentan de diversas presas, como peces, crustáceos y anfibios.
Estado y esfuerzos de conservación
La garza cangrejera (Cochlearius cochlearius) figura actualmente en la categoría de Preocupación Menor de la Lista Roja de la UICN, lo que indica que no corre un riesgo inmediato de declive generalizado. Sin embargo, se sospecha que su población está disminuyendo, principalmente debido a la destrucción y degradación de su hábitat. Las principales amenazas son la deforestación, el drenaje de humedales y la contaminación, sobre todo en su área de distribución en América Central y del Sur. Aunque no está globalmente amenazada, se han observado descensos localizados en zonas donde los hábitats naturales han sufrido grandes alteraciones. Los esfuerzos de conservación de la garza real se centran en la protección y gestión del hábitat. Entre las medidas más importantes está la creación de zonas protegidas que preserven los ecosistemas vitales de humedales y manglares. También es fundamental restaurar los hábitats degradados y promover prácticas sostenibles de uso de la tierra en las regiones circundantes. Además, varias organizaciones conservacionistas locales y regionales están investigando para comprender mejor la ecología de la especie y las tendencias de su población, lo que ayuda a elaborar estrategias de conservación más específicas.