
Mirlo grande con pico grueso y triangular. Plumaje negruzco oscuro, que se vuelve marrón rojizo más pálido en la parte posterior. De lejos, parece completamente negro. Llamativa cola amarilla y ojo azul pálido. Se distingue de otras oropéndolas por su gran tamaño y su color oscuro. A menudo se encuentran en bandadas sueltas en cualquier lugar con algunos árboles, incluyendo bosques, bordes e incluso hábitats abiertos perturbados. Las oropéndolas son nidificantes coloniales que construyen nidos colgantes tejidos.
Hábitats y distribución
La oropéndola crestada habita principalmente en regiones tropicales y subtropicales, prosperando en bosques de tierras bajas, bordes de bosques y zonas cultivadas con árboles dispersos. Es especialmente común en bosques abiertos, bosques secundarios y sabanas con árboles altos. También puede encontrarse en manglares y pantanos, mostrando cierta adaptabilidad a diversos hábitats húmedos, siempre que exista suficiente cobertura arbórea para anidar y alimentarse. Geográficamente, la oropéndola crestada se distribuye desde el sur de Centroamérica hasta el norte de Sudamérica. Concretamente, está muy extendida en países como Panamá, Colombia y Venezuela, y se extiende por la cuenca del Amazonas hasta países como Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia. Su área de distribución también incluye partes de las Guayanas y Trinidad. Debido a su amplia distribución y a su adaptabilidad a distintos entornos, actualmente no se considera en peligro.
Comportamiento y reproducción
Las oropéndolas crestadas presentan estructuras sociales complejas y suelen formar grandes colonias con un sistema jerárquico. Durante la época de cría, los machos se vuelven muy territoriales y utilizan sus llamadas distintivas y sus elaborados vuelos de exhibición para atraer a las hembras y disuadir a los machos rivales. Sus llamativas plumas amarillas de la cola y sus aleatorios patrones de vuelo desempeñan un papel crucial en los rituales de cortejo. Las hembras se encargan de tejer intrincados y largos nidos colgantes con fibras vegetales, que a menudo agrupan en los árboles para protegerse de los depredadores. La reproducción se realiza mediante un sistema poligínico en el que los machos dominantes se aparean con varias hembras, lo que garantiza la propagación de sus rasgos genéticos. Una vez que el apareamiento tiene éxito, las hembras ponen de dos a tres huevos y se encargan de todas las tareas de incubación y cría de los polluelos. Esta estrategia permite a los machos invertir su energía en asegurar nuevas oportunidades de apareamiento, mientras que la estructura de la colonia proporciona un nivel de vigilancia y defensa colectiva frente a las amenazas.
Dieta
La dieta consiste en insectos, semillas, grano, fruta y néctar. Sentidos: Tienen una buena vista que utilizan para encontrar comida y eludir a los depredadores.
Colores
Son mayoritariamente negros, con la rabadilla castaña, la cola amarillo brillante y el pico amarillento pálido. Los machos poseen una cresta negra a lo largo de la cabeza. Las hembras son más pequeñas, tienen una coloración más apagada y una cresta menos pronunciada. Esta especie tiene los ojos de color azul vivo y el pico tiene forma de cono.
Datos curiosos
Escuche extraños gorgoteos. Fuera de la época de cría, la oropéndola crestada es casi silenciosa.
Estado y esfuerzos de conservación
La oropéndola crestada (Psarocolius decumanus) se encuentra actualmente en estado de conservación de Preocupación Menor según la Lista Roja de la UICN. Su población se considera estable y la especie está muy extendida en toda su área de distribución en América Central y del Sur. Aunque se enfrenta a la pérdida de hábitat debido a la deforestación para la agricultura y la urbanización, estas amenazas aún no han provocado una disminución significativa de la población. Además, la adaptabilidad de la especie a bosques secundarios y paisajes agrícolas mixtos ha ayudado a mitigar algunos efectos adversos de la destrucción de su hábitat. Los esfuerzos de conservación de la oropéndola crestada se centran principalmente en la protección del hábitat mediante el establecimiento de áreas protegidas y prácticas de gestión sostenible de la tierra. Las organizaciones ecologistas y los organismos gubernamentales trabajan para preservar grandes extensiones de bosque y poner en marcha proyectos de reforestación. Las campañas de concienciación pública también pretenden animar a las comunidades locales a adoptar prácticas ecológicas que apoyen la conservación de la biodiversidad. Estas iniciativas contribuyen colectivamente a mantener estables las tendencias poblacionales de la especie.